lunes, 22 de junio de 2009

Cautivan jóvenes músicos oaxaqueños con sus "Sones de Tierra y Nube"

Los arropan Harp, Franco, Infanzón, Samperio y De la Mora

Con múltiples ovaciones de pie fue reconocida la víspera la calidad musical de la Banda Filarmónica de niños y jóvenes del Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe (Cecam), de Santa María Tlahuiltoltepec, Oaxaca, durante una gala en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario.
La velada, cuyos recursos recaudados se destinarán al Cecam, fue engalanada además por la cantante Susana Harp, el pianista Héctor Infanzón, el flautista Horacio Franco, el saxofonista Miguel Angel Samperio y el tenor Fernando de la Mora, todos ellos artistas de talla internacional.
Con gran júbilo, los 52 jóvenes que integran la agrupación sorprendieron con su material "Sones de Tierra y Nube" al público que abarrotó la que es considerada la sala de conciertos más importante de América Latina.
Música de aliento de la Sierra; sones y jarabes de la región Mixteca; chilenas de la Costa y canciones zapotecas del Istmo de Tehuantepec de autores como Alvaro Carrillo, Isaías Vargas Jiménez y Amador Pérez Torres "Dimas" y el escritor Andrés Henestrosa, entre otros, animaron a poco más de dos mil 300 personas.
Ataviados con huaraches, camiseta de manga larga y pantalón de algodón en color hueso en el caso de los varones, y huipil para las mujeres, estos jóvenes provocaron, en un hecho pocas veces visto en este recinto, que todos los asistentes del foro se levantaran de sus asientos para volcarse en decenas de aplausos.
Al inicio del programa, el conjunto de la escuela del Cecam interpretó "Fandango", una pieza que mezcla sones y jarabes mazatecos, con la que además de retumbar la sede de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM), celebraron el Día del Padre.
Minutos después apareció sobre el escenario la cantante e investigadora oaxaqueña Susana Harp, quien interpretó "La Martiniana", una canción tradicional mexicana compuesta por Andrés Henestrosa.
Tras la participación de Harp, de nueva cuenta estos "pequeños gigantes" deleitaron a la concurrencia, ahora con "Tlahuitoltepecana", de Isaías Vargas Jiménez.
Tocó el turno al saxofonista Miguel Angel Samperio, quien con "Nereidas", le puso ritmo a la presentación, pues su llegada al escenario una de las mayores ovaciones de la noche.
Con gran maestría y virtuosismo para tocar el piano, Héctor Infanzón salió simplemente a demostrar por qué es uno de los mejores músicos del país y porque merece estar en la 30 edición del Festival Internacional del género en Montreal, donde se presentará el 11 de julio.
Con una mezcla de sones, música mexicana y jazz latino, el también arreglista y compositor maravilló a la gente que pudo deleitarse con piezas como "Circulando".
Con obras de Andrés Reyes José y César Delgado, cerca de 28 niños y jóvenes cantores de la Escuela Nacional de Música de la UNAM, aparecieron en escena para convertir el recital en una verdadera fiesta, con un toque de folclore oaxaqueño.
Si la interpretación de Infanzón sorprendió a los asistentes, la participación del reconocido flautista mexicano Horacio Franco, hipnotizó al auditorio.
Admirador del compositor Johann Sebatian Bach, el pintor Pablo Picasso y el científico Leonardo Da Vinci, Franco uno de los representantes más dignos de su instrumento a nivel mundial, interpretó "Mi com-paz", una pieza con la que desbordó los aplausos, de decenas de personas que lo aclamaron.
Tras casi hora y media de concierto, los 52 jóvenes pertenecientes a diversos grupos étnicos del estado, amenizaron aun más su presentación con el "Mambo 8", de Dámaso Pérez Prado, pieza con la que contagiaron y pusieron a bailar a los asistentes desde sus asientos.
En la parte final del recital, Blanca Charolet, presidenta de la Asociación Cultural Xquenda, reconoció al maestro oaxaqueño Mauro Delgado, por contribuir a la tradición y calidad de la cultura mixe; así como al músico Armando Zayas, por apoyar la creación de la cultura oaxaqueña en el rubro musical.
Un par de minutos más tarde, ataviado con un elegante traje negro apareció, arropado por los aplausos, el tenor mexicano Fernando de la Mora, quien con su exquisita voz interpretó el tema "Sabor a mi", de Alvaro Carrillo.
El cierre estuvo a cargo del maestro Andrés Alfonso Vergara, quien acompañado por dos músicos, uno en el arpa y otro en la jarana, interpretó la pieza "Huapango", de José Pablo Moncayo, que puso el broche de oro a este recital y a la participación de los jóvenes del Cecam, en uno de los mejores conciertos de lo que va del año en el recinto universitario.
Notimex/México, D.F. (Milenio)

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